¿Cómo me afecta el tiempo que paso sentado en mi jornada laboral?

Seguro que alguna vez hemos oído hablar de los problemas asociados al sedentarismo, o, que hacer deporte es beneficioso para la salud y que disminuye la probabilidad de padecer ciertas patologías. Pero, ¿cómo podemos relacionar estos conceptos? Es evidente que el concepto del sedentarismo está relacionado con el movimiento, ya que podríamos definir el sedentarismo como la ausencia de actividad física en la vida diaria de un individuo. 

Con lo dicho anteriormente, lo que nos puede venir a la mente es pensar que cuanta más actividad física realice, menos sedentario seré y por lo tanto menos factores de riesgo asociados al sedentarismo tendré. Es decir, si en vez de realizar 5 horas de alguna actividad física o deporte semanalmente realizo 6 horas, estaré reduciendo esos riesgos. 

¿Es esto tan simple como lo hemos planteado…?

Actualmente, podríamos decir que la forma de trabajar ha sufrido una transformación. Hemos pasado de trabajos con un gran componente físico a trabajos en los que prácticamente pasamos toda la jornada laboral sentados frente a una pantalla. Esto, por sí solo, favorece a que tengamos una sociedad más sedentaria y esto, sabemos que está altamente relacionado con una disminución de salud y calidad de vida. 

Diferentes estudios han encontrado que se observa un mayor porcentaje de mortalidad en personas que pasan 12 horas o más sentados al día en comparación con personas que pasan menos de 5 horas sentados al día (Matthews, y otros, 2015) o que el sedentarismo entendido como estar largos periodos de tiempo sentado, puede significar hasta un 6,9% de muertes tempranas a nivel mundial (Angel Elorza, y otros, 2017).  Además de aumentar el riesgo de mortalidad, estar mucho tiempo sentado tiene otras posibles consecuencias negativas como un aumento de riesgo cardiovascular, neoplasias, enfermedades venosas crónicas, alteraciones en el metabolismo, alteraciones renales, etc. (Angel Elorza, y otros, 2017).

¿Debemos prestar especial atención a la adquisición de hábitos saludables día a día?

Teniendo esto presente, cabe resaltar la paradoja de que los efectos negativos asociados con estar sentado durante largos periodos de tiempo no se compensan aumentando la cantidad de actividad física que hagamos fuera de esos periodos sedentarios (Angel Elorza, y otros, 2017). Esto no significa que realizar actividad no sea beneficioso para nuestra salud, sino que debemos darle a la salud un enfoque holístico, teniendo en cuenta que no se trata solo de hacer más actividad física sino de adquirir hábitos saludables en general. 

Concretamente, en este contexto en el que nos estamos moviendo, hablaríamos de reducir el tiempo que pasamos sentados (sobre todo en el ámbito laboral) introduciendo pausas activas en las que nos pongamos de pie, caminemos o realicemos actividad física de baja o moderada intensidad. De hecho, se ha visto que introducir 2 minutos de actividad física moderada por cada hora que pasamos sentados reduce el riesgo de mortalidad. (Beddhu, Wei, Marcus, Chonchol, & Greene, 2015).

A modo de conclusión, lo más importante sería destacar la idea de que debemos entender un estilo de vida saludable como el conjunto de todos los comportamientos de nuestro día a día, sabiendo que no podemos contrarrestar los efectos negativos de unos malos hábitos de vida incrementando otros buenos hábitos para compensar. Por lo tanto, y como solución práctica, cerramos este texto animando a reducir los tiempos que pasamos sentados en nuestro día a día intercalando periodos de descansos activos en los que realicemos actividad física de baja o moderada intensidad.  

Contacta con nosotros y te ayudamos a diseñar, planificar y ejecutar las acciones en tu empresa.

Bibliografía

Angel Elorza, N., Bedoya Ortiz, M., Díaz Vilorla, J. E., González Rios, M. A., Martinez Rendon, E., & Rodriguez Echeverri, M. (2017). Sedestación ó permanecer sentado mucho tiempo sentado: riesgo ergonomico para los trabajadores. Rev CES Salud Pública, 134-147.

Beddhu, S., Wei, G., Marcus, R., Chonchol, M., & Greene, T. (2015). Light-Intensity Physical Activities and Mortality in the United States General Population and CKD Subpopulation. Clin J Am Soc Nephrol, 1145–1153.

Matthews, C. E., Moore, S. C., Sampson, J., Blair, A., Xiao, Q., Keadle, S. K., . . . Park, Y. (2015). Mortality Benefits for Replacing Sitting Time with Different Physical Activities. Med Sci Sports Exerc., 1833-1840.


CONTACTA CON NOSOTROS

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.